martes, 9 de mayo de 2023

Zama: el permiso que no llega

Zama es una película lenta, dura y difícil de ver. Eso si, sales del cine con la sensación de haber visto una obra maestra.

Zama es una película argentina de drama histórico de 2017 escrita y dirigida por Lucrecia Martel. Es fascinante ver como la directora ha captado como funciona la mente masculina. Esa confianza ciega en la jerarquía. Una jerarquía que no funciona en un puesto fronterizo en el que la única lógica es la fuerza y el sálvese quien pueda. El protagonista vive en un sitio que odia. No se puede ir porque la única manera de irse es triunfando de alguna manera. No es capaz de entender que en la situación en la que se encuentra el éxito es imposible. El único éxito es huir de ahí... o matar y robar como hacen los demás.

Es realmente notable su capacidad para entender el "modus operandi" de la mente masculina porque ella opina que: 

"Profundizando en esa línea, consideró que pretender retratar «lo femenino» significa caer «en un pantano»: «En torno a lo femenino, no me interesa contar nada. Si nos ponemos a pensar sobre eso caemos en un pantano peor que el del folklore. Lo propio de la narrativa son las observaciones sobre lo que nos rodea. Cuando esas observaciones son muy agudas, la mayoría de las categorías con las que domesticamos al mundo, como lo femenino, lo nuestro, lo ajeno, mi tierra, perecen"

Es decir, como mujer y lesbiana, para ella lo femenino es algo que la rodea tanto que no puede escaparse para tener una visión interesante, alejada de los lugares comunes. En el siglo XXI seguimos utilizando el recurso de Cervantes: es imposible hablar de uno mismo sin tratar de justificarnos, de ser "ejemplares" y moralizantes. Debemos de justificarnos. Cuando Cervantes se inventa en un hidalgo medioloco y un campesino bruto y crédulo se desdobla, sale del pantano de lo propio para adentrarse en las causas no aparentes, las que están en nuestro inconsciente y de esa manera logra contar realmente qué es lo que pasa en su vida. 

Cervantes nunca entendió que había triunfado con El Quijote. El creía que lo que tenía valor era crear novelas ejemplares. Afortunadamente, Lucrecia Martel parece haber aprendido la lección. Su personaje, el hombre que fracasa, le sirve para mostrarnos la podredumbre de privilegios y barreras de un país, su país, levantado sobre un sistema de organización violento, católico y medieval.

¿Somos tan diferentes de los simios?

Trapping a Monkey in Colonial Times / La Chasse au Singe à l''epoque coloniale (1912)

La historia de cómo atrapar un mono empleando su codicia ha fascinado a grandes y pequeños desde que los exploradores africanos volvieron a Europa después de haber presenciado su captura. Los grandes porque intuímos que hay algo de nosotros en ese mono. Los pequeños porque les hace gracia que alguien que no son ellos mismos, los pequeños, que se equivoca estrepitosamente. Una equivocación que acaba la mayor de las veces con el mono en la olla. 

El que observó este comportamiento de los monos por primera vez y decidió sacarle partido fue un genio o una genio. La trampa es la siguiente: se utiliza una calabaza hueca como en el video, o simplemente se excava un agujero en un termitero abandonado. Hay que estar pendiente de que algún mono nos está observando. De manera teatral y ostentosa sacamos unas semillas del bolsillo y las colocamos en el interior de la calabaza o en el hueco. Nos alejamos. El mono baja y mete la mano y se encuentra con las semillas. Las agarra y cuando intenta sacar la mano, ahora convertida en un puño que se cierra sobre las semillas, se da cuenta de que está atrapado. Lo inteligente sería abrir la mano, soltar las semillas y sacar la mano del agujero. Hay algo que es más estable que la inteligencia y el los comportamientos automáticos. El mono está programado para coger aquello que le parece interesante o delicioso y no soltarlo. No soltar lo que agarras es defenderlo de los otros monos. Va más allá del valor de las semillas. Si otro mono te coje tus semillas bajas en la jerarquía de monos. Nadie agarra unas deliciosas semillas y las suelta ¿Aunque un cazador se acerque para atraparte mientras tu mano está atorada en el hueco?

Mi predicción de futuro. Lo mismo que en el capítulo 'Nosedive' de "Black mirror" en el que el fracaso en forma de pérdida de puntos en ranking social lleva a que los protagonistas sientan lo libres que se sienten al poder hablar sin tener que preocuparse por las valoraciones y las clasificaciones.

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