He leído el artículo "Girar hacia el centro: así se destruyen los partidos de izquierda". Curioso
que Daniel Bernabé, autor de "La trampa de la diversidad", no haya citado
este problema: la atomización que produce el fomento de la diversidad pulveriza el sentido de
la pertenencia. Somos animales sociales y necesitamos el grupo. El
viraje al centro está motivado por el deseo de hacer ese grupo más
grande. Es un deseo legítimo en democracia porque el poder se consigue
con mayorías. En una mayoría el sentido de pertenencia se diluye. Para
sostener políticas innovadoras y altruistas necesitas un grupo compacto
ideológicamente. Cuanto más compacto y exclusivo, más pequeño se volverá
el grupo. Es la famosa parodia de "La vida de Brian".
La increíble
ventaja de la derecha es que consigue la cohesión de grupo con muy poco,
gestionando una serie de símbolos básicos o miedos básicos
Atención al minuto 20:25, Abascal hablando de "suicidio demográfico" y de como vamos a ser sustituidos por inmigrantes. El líder de extrema derecha trata de un problema real, no analizando posibles causas, planteando soluciones... lo trata apelando a lo más básico: vamos a ser sustituidos por otro grupo de población. Es interesante cuando acusa, en el minuto 21:20, a los demás políticos de sentir simpatía por el multiculturalismo que, en sus propias palabras explica como "Liquidar la identidad de España introduciendo culturas remotas con diferentes lealtades..." Romper las lealtades, he ahí el talón de Aquiles de la ultraderecha. Abascal es muy consciente de esto, por eso su ataque furibundo a la inmigración. En la izquierda, Daniel Bernabé en su libro "La trampa de la diversidad" nos explica como el neoliberalismo fragmentó la identidad de la clase trabajadora en multitud de colectivos todos con diferentes lealtades de grupo.
La pertenencia al grupo es uno de los principales pilares que trabaja cualquier secta, y esto no es casualidad. No hay cohesión de grupo sin sentido de pertenencia. Si, la dinámica es la de crear grupos cohesionados a base de expulsar disidentes, bien, en ese caso nunca habrá éxito en un sistema democrático. Los grupos cohesionados amplios no se logran por quedarnos los más puros y expulsar a los heterodoxos. La pertenencia no puede ser en base a matices ideológicos, debe ser en base a conquistas reales. La pertenencia debe de operar más arriba, llámese clase trabajadora... "you name it*", para conseguir que la mayoría sea tan grande que los objetivos se puedan cumplir por la vía democrática.
* You name it, o "nómbralo tu" en castellano. Puedes poner ahí todos los movimientos nacionalistas, religiosos etc
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