martes, 12 de diciembre de 2023

Dio a las chicas permiso para estar tristes

El Dr en historia, Andrés Sepúlveda, me mandó dos fragmentos del libro "El teniente 
Sturm" de Ernst Jünger, una obra que no conocía: 
Jünger escribió sobre el hombre-masa y a su relación con el poder

 Andrés sabe que me preocupa el efecto que las organizaciones coercitivas tienen en los individuos. En las sociedades coercitivas, una élite domina a una masa. Para que haya un cochero es necesario que existan burros. Collodi, el autor de Pinocchio, lo reflejó en la intrahistoria de "La Isla de la Fantasía" donde los niños juegan mientras se van transformando en borricos, borricos que van a tirar del carro del amo. Le he dedicado algunas entradas a este tema: El discurso del nuevo amo, Los vivos somos muertos de vacaciones

Os dejo las fotografías de los párrafos que me mandó Andrés y una explicación con ejemplos reales de lo que significa

El estado, o las organizaciones coercitivas, favorecen la dependencia de los individuos


"Desde la invención de la moral y de la pólvora, el principio de la selección natural por la supremacía del más fuerte ha perdido cada vez más importancia para el individuo. Se puede seguir con todo detalle cómo esa importancia ha ido pasando más y más al organismo del Estado"

Para ejemplificar esta frase podemos recurrir al humor de José R. Guzmán:

José R. Guzmán es un cómico venezolano y en el min. 11:05 nos habla de sus abuelos.

La abuela paterna de José R. Guzmán tenía 14 años cuando se casa con su abuelo, todo esto con el consentimiento del padre de la niña. Según José R. Guzmán, él es producto de lo que hoy se consideraría un delito. 

Otro "delito" es el que lleva a José R. Guzmán a la cárcel: atravesar un condado tejano libre de marihuana con marihuana en la guantera del coche. Dedicar recursos públicos para hacer de las leyes una materia que excede la falta para llegar a grado de pecado. Sexo con menores y uso de marihuana se convierte en un objeto sancionable, juicios, procuradores, abogados... El estado dedicándose a ¿Qué? pues a generar individuos dependientes. Me explico: obviamente, en condiciones actuales, una niña no debe de casarse con 14 años, pero, en tiempos de los abuelos de José R. Guzmán las cosas eran diferentes. Había varias personas implicadas en el hecho de que una niña comenzase a formar una familia con 14 años. Primero la voluntad de la niña, luego la del novio, luego la de los padres. Si todos están conformes ¿Cuál es el problema? pues que si eso ocurriese hoy en día sería delito y el aparato del estado tomaría decisiones por cuenta propia. Está lleno internet de historias de servicios gubernamentales quitándole hijos a padres porque han reportado que el niño recibió un castigo violento. Bajo el epígrafe de "Por interés superior del niño" se convierte al niño en un ser inerme. ¿Está así claro o lo explico con plastilina?.

En el minuto 15:17 José R. Guzmán explica como pasa de viajar tranquilamente a estar en una celda con 7 psicópatas gracias a unas leyes de un condado que considera que debe de encarcelar a todo aquel que lleve marihuana. Ahora el estado te ha librado de ese maldito vicio de fumar marihuana pero tienes a un tipo intentando violarte. ¡Qué gran avance en las libertades!

Supresión sistemática de toda una serie de valores


"Hoy hace tiempo que uno no goza de estima por lo que realmente vale sino sólo por lo que vale en relación con el Estado. Mediante esa supresión sistemática de toda una serie de valores, en si muy considerables, se generan hombres que ya no tienen capacidad de vivir por sí solos"

Voy a poner un ejemplo de "supresión sistemática de toda una serie de valores". Sofía Cóppola tuvo que castigar a su hija por robar la tarjeta de crédito del padre para alquilar un helicóptero con el que ir con sus amigos a cenar. Qué la historia se haya hecho viral nos indica que no es motivo de verguenza sino de secreto orgullo. Lo que es socialmente aceptable es mostrar a nuestros hijos como unas personas dependientes que viven protegidos en el lujo que, como padres, les proporcionamos. Da igual que sea un majadero/a, si aparece en las fotos remoloneando en un sofá caro de Pozuelo de Alarcón, por poner un ejemplo, entonces es que has triunfado como padre. Tener hijos como se tiene mascotas: para lucirlas y sentirnos que tenemos un propósito para vivir. Nuestro propósito debería ser dotar a nuestros hijos de los recursos básicos para tengan su independencia. No convertirlos en dioses y trabajar para que nada malo les suceda. Este artículo de la BBC es interesantísimo, trata sobre la regresión de la independencia de niños y adolescentes y cómo ello ha afectado a la salud mental. Los autores creen que somos animales que necesitamos tener problemas y resolverlos para que nuestro sistema trabaje adecuadamente. Estoy completamente de acuerdo con ellos.

Sofía Coppola, según este artículo, propone que es estéticamente aceptable mostrarnos tristes y melancólicos además de chispeantes. Se amplia, gracias a esta creadora y esteta, el catálogo de emociones que puede mostrar un hijo dependiente de padres narcisistas al mundo. La frase "dio a las chicas permiso para estar tristes, para no estar constantemente en modo chispeante" de la autora del artículo propone que Cóppola ha ampliado el pantone emocional que mostrar en redes. Pasa por alto el "ponte a ordenar tu cuarto cacho vaga de mierda" que sería lo que diría cualquier padre con sentido común hasta  ha llegado a nosotros la moda de presumir de hijos vagos y dependientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario