La Escuela Londonderry de Canadá se ha vuelto viral después de que un profesor reprendió a los estudiantes musulmanes por saltarse los eventos del Orgullo LGBTQ de la institución: "Están aquí cuando hicimos Ramadán... están mostrando respeto a la clase por tu religión, ¿verdad? Por tus creencias. ¡Se va en dos sentidos! Si quieres que te respeten por lo que eres, si no quieres sufrir prejuicios por tu religión, tu color de piel, lo que sea, entonces es mejor que se lo devuelvas a las personas que son diferentes a ti. Así es como funciona. Es un intercambio".
Primer caso: grupos hostiles e intolerantes
Si hay grupo que te prohibe dar una conferencia... entonces, ese grupo, no está respetándote. Tiene una actitud beligerante, no está legitimado para participar en una sociedad democrática.
Segundo caso: grupos tolerantes
El respeto va en los dos sentidos. Son los únicos grupos que pueden tener legitimidad en una sociedad democrática. La tolerancia no siempre es una relación feliz. Para las sociedades sin estado, como los indígenas tupi-guaraní del Brasil, la antropofagia de los enemigos es una forma de equilibrar las relaciones que se tuercen debido a la competencia entre tribus próximas. De esta forma, por ejemplo, los tupinambá no solo canibalizaban el cuerpo de los cautivos. El caníbal se convertía en el otro (el enemigo) al consumir su carne, quien a su vez se transforma en “yo”. Lo que se canibaliza, por tanto, es el punto de vista del enemigo. La agresión garantizaba la unidad de la tribu, y la antropofagia, con sus rituales, garantizaba el equilibrio entre tribus. De hecho, al que se iban a comer vivía años con la tribu de adopción hasta que lo mataban y se lo comían en un ritual. Este comportamiento se puede ver en la película "Como era gostoso o meu francés" del director Nelson Pereira dos Santos
Tercer caso: grupos parasíticos
La explotación de un grupo sobre otro, continuada y sin contraprestación para el grupo parasitado.
Cuarto caso: grupos sectarios o grupos coercitivos
Según el experto en sectas, Luis Santamaría del Río, el 1% de los españoles pertenece a alguna secta.
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