En la Escuela de Policía de Ecuador se cometió un crimen. La esposa de un oficial entró en el recinto, encontró a su marido con una cadete. El marido le dió una paliza durante 20 min. Hubo testigos. La señora está "desaparecida", el marido también. La cadete está en la cárcel.
Ahora la policía busca a un policía que se escapó de la Escuela de Policía ayudado por policías. ¿Culpables? Según el Secretario de Seguridad, Diego Ordóñez, son las activistas
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Según el Ministro de Gobierno, General Patricio Carrillo, la culpa es del guardia de la garita de la entrada por haber dejado entrar a la mujer asesinada
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Otros funcionarios del gobierno saldan todo el asunto diciendo que fue un asunto personal, irracional pero humano. ¿Asunto personal? El policía NO estaba en su casa. María Belén Bernal, que es como se llama la desaparecida, entró a un CUARTEL, a un recinto estatal y luego DESAPARECIÓ envuelta en una alfombra. NO es la primera vez que ocurre en apenas meses. Todos escucharon, en medio de la orgía, que María Belén Bernal pedía auxilio, que la mataban. Ningúno de esos policías hizo nada. Cuatro cadetes ayudaron al policía asesino a cargar un bulto envuelto en una alfombra. Ahora nadie sabe nada.
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La fiscal general del Estado, Diana Salazar, dice que a ellos no les han mandado un oficio para que se pongan a investigar. Una desaparecida en un recinto policial en Ecuador y que tuvieron que pasar 4 días para que recién la fiscalía investigue y acuda al sitio, por presión de las redes.
Resultado: Ecuador es el único país donde dejaron escapar al asesinó, pero detienen a la testigo. Todos estas personas tienen un problema de desconexión moral. Existe una teoría de la desconexión moral formulada por el psicólogo Albert Bandura. Esta teoría dice que si las personas compartimos unos valores morales para algunas personas, por ejemplo aquellos que trabajan en instituciones muy cerradas, como policías, monjes, adeptos a sectas, pueden tener una disociación entre lo que piensan y lo que hacen. Llegan a tener una desconexión moral selectiva, que les permite legitimar los propios actos a pesar de ir en contra del sistema moral que todos compartimos. Culpabilizar a la víctima es un síntoma claro de esta desconexión moral.
En los cuarteles la moral está supeditada a las cadena de mando. Las órdenes de un superior están por encima de los valores morales. ¿Cómo funcionan las cosas dentro? Lo que los superiores dicen es LEY sobre la LEY desde el día uno, así hacer cosas que rompen la ética empieza siendo una orden y después se normaliza. Lo llaman “respetar las jerarquías” y esto se extiende a la vida personal de sus miembrxs. Una vez salí a un bar con amigxs, entre ellos, un par de tipos que estaban en la Escuela de Policía. Al bar entró una chica muy guapa que casualmente también estaba en esa escuela. Ellos la conocían, sin embargo no la saludaron, pero hablaron entre ellos: “A esa Cadete no se le puede ver porque ya es de mi Capitán” escuché decir a uno. -¿Es de mi Capitán? Le pregunté… entonces me explicaron que si alguien de rango superior pone los ojos en una Cadete, a esa chica otro hombre no se le puede acercar a menos que quiera que le castiguen constantemente, que no le den francos o que incluso le puedan expulsar de la ESP y demás agresiones. Así es! Solo por “tocar a la mujer de su superior”. Superior que seguramente es casado y tiene hijxs. Muchas de las mujeres que entran a la ESP son jóvenes de provincias, están solas en Quito, ser policía es una forma de sacar a su familia adelante y ser un orgullo para su hogar. Son víctimas de acoso por sus superiores, un acoso normalizado en la ESP.
El poder jerárquico se aprovecha de las subordinadas mediante el poder pastoral descrito por Foucault. El inferior jerárquico depende de un superior al que debe de dar cuenta. El superior domina la subjetividad del inferior y transforma su petición en una orden que el inferior debe de obedecer.
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