martes, 31 de mayo de 2022

Reconocer lo esencial y repetirlo

Entrada dedicada a mi amiga Bego 

Menos es más

De manera grosera, para el capitalismo todo es dinero. Hay un montón de productos en los cuales el precio es el argumento casi definitivo a la hora de su compra. Por ejemplo, Decathlon juega esa baza. Precio y diseño. Al contrario del precio, el diseño le agregra valor al producto que ofrecen. Lo barato se asocia a producción en masa para abaratar costes. Lo caro se asocia a lo artesano, a un producto destinado a durar en el que se ha invertido muchas horas de trabajo especializado. Esto se puede ver perfectamente en los escaparates de zapatos baratos y zapatos caros:

El escaparate de los Guerrilleros, mítica tienda de Madrid, es una muestra de todo el catálogo disponible en la tienda.

Los escaparates de Louboutin parecen pastelerías de lujo: muy pocos modelos, dispuestos de manera que parezca que en lo que se refiere a zapatos de tacón ellos tienen la última palabra

Lo que es escaso se percibe como caro, por eso han tomado una frase que resume la filosofía minimalista para reflejar este concepto mercantil: lo escaso tiene más valor. En una época en la que adquirir objetos es barato y en el que el consumismo es parte de nuestro ocio las casas de la gente pobre están llenas de objetos. Por ese motivo, y para diferenciarse y para demostrar que ellos son mejores que nosotros (los pobres) los ricos han abrazado el minimalismo. 

Sin embargo, no todo es una lectura demagógica de ricos y pobres. El minimalismo tiene raíces profundas dentro de la filosofía zen oriental como en el ascetismo de sectas luteranas en el norte de Europa como los cuaqueros. 
Elementos arquitectónicos de una sala de descanso en North Family Dwelling American, New Lebanon, Nueva York. El mobiliario shaker | Fuente: metmuseum.org

El máximo exponente de la estética zen es su jardín que resume la mayoría de los puntos de su filosofía. En medio del jardín zen existe un pavellón en donde se realiza la ceremonia de te

En esta ceremonia se ritualiza prácticamente todo, incluso las conversaciones. Se debe de escapar de temas que exciten las pasiones como el sexo, la política, el dinero. Se suele hacer una referencia a la naturaleza y a la estación del año, por eso suele haber un arreglo floral, ikebana, que subraya los elementos de la estación en la que se realiza la ceremonia. Expuesto en un lugar preferente suele haber un horror vacuiverso de un poema conocido. 

La repetición crea un espacio a su alrededor

El ritornello es un pequeño retorno, un estribillo. Se utiliza en música para subrayar mediante la recurrencia un pasaje musical. En el clasicismo a este estribillo se le llama rondó, que era un pasaje musical al que se vuelve después de una disgresión para, de esta forma, volver al tema principal, lo que le da contraste y equilibrio a la obra. 

En el arte indígena estos ritornellos están presentes, de manera rítmica en todo el espacio. Es un estilo que se llama "horror vacui". Este concepto, en principio negativo "horror", oculta la belleza de la repetición. Una belleza que se manifiesta de manera obsesiva en los fractales matemáticos. La belleza del fractal está en al repetición de un elemento básico lo cual crea sensación de equilibrio.
Telas del mercado de Chichicastenango

La repetición de un elemento crea un espacio a su alrededor. Esta frase enigmática cobra sentido cuando observamos el impacto de los logos de las compañías. Las compañías, por ejemplo Coca Cola, invierten muchísimo dinero que crear la sensación de que su bebida es la única bebida posible cuando tenemos sed. 

Conclusión: debemos de deshechar para poder quedarnos con lo esencial. Lo esencial debemos de repetirlo, como lo repiten una y otra vez los trovadores. En un mundo en donde todos reclaman la atención para si mismos debemos permitir que las ideas y las palabras simples aniden en los corazones. Es el proceso por el cual el flamenco va recogiendo versos de coplas antiguas en sus letras. Muchas veces parecen inconexas pero hilando esos versos que han habitado miles de corazones y que por eso se recuerdan se llega a una auténtica experiencia artística.

De esta canción de la Niña de los Peines, hoy en día solo se recuerdan los cuatro primeros versos. 

Fui piedra y perdi mi centro
y me arrojaron al mar
y a fuerza de mucho tiempo
mi centro vine a encontrar
fui piedra y perdi mi centro
y me arrojaron al mar

En dos vereas iguales
yo me paro en la mejor
y si cojo la de mi gusto
ha de ser mi perdicion

Yo no me quejo a mi estrella
que no he intentaito cosa
que no me salga con ella
tan afortunada yo soy
que to no me quejo a mi estrella


Otro ejemplo sería el "Caminante no hay camino, se hace camino al andar" de A. Machado

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