El humor es una herramienta formidable, directa y divertida. Podemos destripar de manera analítica y académica cualquier tipo de asunto, pero si podemos ser más directos y más graciosos porqué no hacerlo.
George Orwell, que fue socialista democrático, criticó los totalitarismos, tanto nazi como soviético en su obra "Rebelión en la granja". No le hizo falta un estudio sesudo. Simplemente una alegoría satírica con animalitos. Las revoluciones se pervierten por falta de controles democráticos internos. Cuando el gobierno queda en manos de una secta... bien, solo hace falta estudiar un poco cómo se comportan las sectas para saber el desenlace.
Los geniales Monthy Python fueron capaces de ver el comportamiento sectario en las pequeñas facciones de los movimientos antisistema: independentistas o de tendencias políticas extremistas. ¿Hacía falta dedicarle mucho tiempo? No. Con un simple sketch humorístico podemos al menos detectar qué es lo que ocurre cuando vemos situaciones similares.
La vida de Brian - Quiero ser una mujer [HD]. Fuente: César Onada
Me encanta este sketch de José Mota. Ilustra como bancos, aerolíneas, servicios de venta online... han aprendido a vender privilegios. Son los programas de puntos. No venden pasajes para un vuelo, venden unos puntos que además caducan y normalmente no tienes suficientes para que tu próximo vuelo salga gratis, entonces te ofrecen comprar puntos y los compras para evitar que los que tienes ya caduquen. Resultado: que acabas viajando a sabe Dios donde solo para "no perder" los puntos que ya tienes. Es una estrategia perversa. La misma que tiene el jugador cuando sigue metiendo dinero en la maquinita pensando que en un momento se va a resarcir de sus pérdidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario