En la universidad en la que trabajo han colgado este cartel a la entrada de las oficinas en donde se encuentran los decanos y los coordinadores de las carreras de la salud
Es una metáfora de la privatización de lo que en principio debería ser un espacio público. No hay espacios para que las personas que componen la universidad cuelguen sus anuncios. Los anuncios solo vienen aprobados desde la instancia superior. Son mensajes, en principio, exaltando valores cívicos, pero, como se puede ver en el segundo punto, irradian un clasismo repugnante. Lo que está debajo es un timbre que tenemos que pulsar y esperar a que nos abran. Otro ejemplo que ilustra quien tiene privilegios y quien no los tienen. Siempre abren, pero es una sutil forma de discriminar. Las personas que trabajan en esa planta pueden abrir la puerta con su carnet. Los demás no.
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