No he podido encontrar la escena en la que el padre dice "later, later, later" que es la que ilustra lo que quiero decir. Me resultó interesante ver como hay cierta irritación del padre frente al invitado que es interpretado por Armie Hammer, porque es muy independiente y no les trata con la deferencia que él esperaría.
Pasa también con bastantes personas hermosas o fascinantes: asumen que lo son y parecen que te exigen un peaje por disfrutar de su compañía. A mi mis padres, los dos, me enseñaron a que no soy más que nadie ni menos tampoco. Debido a este principio, fundamental en mi educación y por tanto en la forma en la que veo e interpreto el mundo, no soy capaz de tolerar ese trato.
Mi psicoanalista en Quito, Paulina Moreno Ramadán, me hizo un día una pregunta inquietante: ¿Por qué no buscas enamorarte de alguien que te guste? La pregunta es muy pertinente para alguien que ha crecido en un hogar narcisista y que es por tanto, una persona dependiente. Son categorías psicológicas. Pero, aparte de eso... del hecho de ser dependiente está también ese factor de educación: no soy capaz de respetar a nadie que me trate como inferior.
Las personas espectaculares, maravillosas... suelen estar rodeadas de un montón de fans y de adoradores. Se acostumbran a valorar, priorizar y a escoger entre esa cohorte. ¡Cuántas canciones se habrán escrito sobre el amor sincero que se profesa y el poco caso que te hacen porque no das la talla entre tantos admiradores!
Aunque malgastes el tiempo sin mi cariño
Y aunque no quieras este amor que yo te ofrezco
Y aunque no quieras pronunciar mi humilde nombre
De cualquier modo, yo te seguiré queriendo
Yo sé que nunca tú querrás jamás amarme
Que a tu cariño, llegué demasiado tarde
No me desprecies, no es mi culpa, no seas mala
Porque tú eres de quien quiero enamorarme
Qué daño puedo hacerte con quererte
Si no me quieres tú, yo lo comprendo
Perfectamente sé que no nací yo para ti
Pero qué puedo hacer, si ya te quiero
Déjame vivir de esta manera
Yo te quiero tal y cual sin condiciones
Sin esperar que un día, tú me quieras como yo
Consciente estoy mi amor, que nunca me querrás
Tal vez mañana, yo despierte solo
Pero por el momento, quiero estar soñando
No me despiertes tú, no ves que así yo soy feliz
Consciente estoy mi amor que no eres para mí
No hay necesidad que me desprecies
Tú ponte en mi lugar, a ver qué harías
La diferencia entre tú y yo sería, corazón
Que yo en tu lugar, que yo en tu lugar
Sí, sí te amaría
El discurso del padre de Elio en 'Call me by your name'. Fuente: Fotogramas
El discurso del padre de Elio es una exhortación a dar el paso y atreverse a amar incluso a quien te parece inalcanzable.
En ética, se suele denominar regla de oro un principio moral general que reza: “Trata a los demás como querrías que te trataran a ti”. También se puede expresar en forma negativa, la llamada regla de plata: “No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”
Supongo que la regla de mis padres, no eres más que nadie pero menos tampoco, sería una regla de plata que si fuese de oro sería algo como: Eres igual a los demás por eso puedes atreverte a amar incluso a quien te parece inalcanzable.
Por lo tanto, el del padre de Elio es un buen consejo: puedes atreverte a amar a quien quieras porque eres igual a los demás. Y bueno, hace mucho hincapié en que hay que amar cuando se es joven. Ahí creo que se equivoca. Cualquier momento de la vida es bueno para amar. Lo importante es ser honrado con uno mismo y con tus sentimientos.
Usar a la gente que se te arrima, porque eres un pijo rico, es comportarte como un personaje de una obra en la que estás obligado a actuar. Tener que escoger siempre la mejor opción en el fondo no es escoger nada. Ponerle precio a las personas es ponerte precio a ti mismo.
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