Viendo un especial del cómico Dave Chapelle en Netflix, de repente, el cómico hizo referencia a un libro que alguna vez he tenido en mis manos, aunque debo reconocer que no lo he leído entero. Se trata de "Pimp, memorias de un chulo", escrito por el chuloputas "Iceberg slim" que "trabajó en los 60s y 70s del pasado siglo. Recuerdo que, aunque su lectura te enganchaba, me dió reparo comprar el libro de un proxeneta. Dave Chapelle le leyó y una anécdota se le quedó grabada: "el kilometraje de las putas". Pone los pelos de punta. Se trata de un concepto polisémico. No solo sirve para determinar cuantos servicios puede dar esa prostituta antes de volverse loca, sino también para definir cuántos servicios quieres que te produzca. Para eso tienes que generar una deuda, una necesidad que cubrir.
En pocas palabras, el chulo tiene trabajando para él a una prostituta que ya está quemada. Quiere que trabaje todavía un poco más. Entonces, le encarga un último trabajo: acostarse con un tipo que tiene un maletín lleno de dinero. Ella se va con el tipo, lo droga y el tipo no se despierta. Llama al chulo, viene y organiza un paripé. Llama a un conocido que se hace pasar por médico y confirma la muerte del tipo. Luego llama a dos personas de una empresa de mudanzas para "deshacerse" del muerto, y les hace pasar como amigos suyos que van a deshacerse del cadaver. A ella le hace ver que ha matado a un tipo y que él le ha ayudado en esa situación: "De vuelta a Cleveland en el coche, Rachel iba en trance. Se apretaba con fuerza contra mí. Yo no paraba de decirle que no tenía que preocuparse de nada. Después de todo estábamos unidos de por vida y su secreto estaría siempre a salvo conmigo. Años más tarde descubriría el pastel. Rachel volvió al redil bajo la presión de aquel asesinato".
El capitalismo, como bien decían en la película "El lobo de Wall Street" no se trata de vender algo, sino de crear una necesidad. Ver el min 2:25
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